(BPT) – No hace mucho, la máquina de escribir era la mejor herramienta para compilar datos, y las bibliotecas llevaban el inventario de sus libros con tarjetas indizadas que se guardaban en gavetas de madera. Obviamente, las computadoras han mejorado la productividad, pues nos permiten una manipulación más rápida de los datos. Pero ¿ha pensado alguna vez en todos los objetos físicos y manuables que no existirían hoy si no fuese por las computadoras? Además de que la ingeniería y la manufactura serían sin duda más lentas y difíciles, habría menos cosas si aun estuviésemos usando tarjetas indizadas para mantener un registro de las mismas.
La industria de piezas de repuesto para automóviles es un buen ejemplo. A principios del siglo XX, sus vendedores ambulantes viajaban en tren para visitar a los clientes, porque las piezas que vendían cabían perfectamente en una maleta. Pero ya en la década de los años treinta de ese siglo, ¡algunos concesionarios tenían catálogos en papel con más de 100 páginas!
En la década de los años cincuenta, la industria automovilística estaba saturada con demasiados modelos y piezas de automóviles, por lo que necesitaba desesperadamente la ayuda de las computadoras. “Si las computadoras hubieran aparecido antes, aun tendríamos Packards y Studebakers”, asegura Tom Taylor, vicepresidente de RockAuto.com. “En aquellos tiempos, la complejidad de fabricar automóviles más ligeros con piezas más ligeras era demasiado costosa.”
Cada año, la industria tiene que fabricar nuevas piezas de repuesto para nuevos automóviles, sin interrumpir su producción para abastecer a los vehículos más antiguos. Por tanto, existe un inventario siempre creciente de piezas que controlar, y un registro en aumento de los automóviles a los que les sirven las mismas. Los datos en la década de los años sesenta, comparándolos con los de la actualidad, eran relativamente simples. “Unos pocos números de piezas de amortiguadores les servían a la mayoría de las marcas de automóviles estadounidenses de esa era”, añade Taylor. “Una tienda independiente de piezas de repuesto de 6.000 pies de extensión ubicada en una calle céntrica, habría tenido el inventario adecuado para prestarle servicio a buena parte de los clientes.”
A finales de las décadas de los años setenta y ochenta, las computadoras propiciaron que se diversificara y proliferara la fabricación de coches y piezas de repuesto. Los concesionarios de piezas dejaron de depender de gruesos catálogos de papel, y pudieron asumir el riesgo de almacenar piezas para nuevas marcas y modelos extranjeros, porque las computadoras los ayudaban a controlar el inventario y las ventas.
En la actualidad, las piezas de repuesto de los nuevos vehículos solo sirven para una marca y algunos modelos, en dependencia del año de fabricación. Los principales concesionarios de piezas de repuesto cuentan con más de 400.000 números en el inventario de sus almacenes. Esas piezas les sirven a millones de diferentes vehiculos. “Cuando RockAuto.com inauguró su página en Internet hace unos quince años, ya era evidente que la tienda tradicional de piezas de repuesto de 6.000 pies de extensión se estaba abarrotando,” concluye Taylor. “Hoy, podríamos llenar con facilidad un espacio similar con piezas para coches Hyundai y Kia solamente. Es mejor ofrecerles a los clientes acceso directo en Internet a todo el inventario de los almacenes.”
Colocar más de treinta marcas de automóviles, decenas de modelos y más de 400.000-piezas de repuesto en un gigantesco catálogo de papel, es imposible. La revolución digital ha transformado la industria automovilística, y le ha proporcionado al consumidor muchas más opciones de las que jamás pudo imaginar.